sábado, 28 de diciembre de 2013

Los fantasmas atacan al jefe (1988)

Ya he vuelto. Mi viaje ya ha acabado, y estoy muy cansado, pero no soy lo único que ha vuelto, porque vuelven los ochenta. No, no voy a hacer otro ciclo de la década de los 80, pero es inevitable de vez en cuando volver a esa época dorada del cine. Aún a riesgo de ser pesado, o repetitivo, los ochenta fue la década en la que yo nací, y por lo tanto el cine de esa época ha sido el que más me ha marcado.

¿Cuantas veces habré visto esta película? Por lo menos una vez al año desde que tengo uso de razón, y siempre en Navidad. "Los fantasmas atacan al jefe" es una de esas películas que los niños podemos llegar a ver hasta la saciedad e incluso sabernos los diálogos.

Basada en "Un cuento de Navidad" de Charles Dickens, como visión modernizada de la historia es más que aceptable. De hecho es una cinta muy recomendable. Frank Cross es una alto ejecutivo de la televisión, habiéndose convertido en una persona desagradable se dedica a estropear las navidades de sus empleados y allegados. Y como en el cuento de Dickens, durante la Nochebuena el avaro Cross recibirá la visita de los tres fantasmas, los cuales le mostrarán el pasado, el presente, y el futuro.

Yo, que hasta ahora no estaba muy puesto en temas de quien hizo qué, cosa bastante necesaria en el mundo del cine, he descubierto que el director de esta cinta es Richard Donner. A mí no me sonaba mucho, de hecho no me sonaba nada y resulta ser el director de cintas como "Lady Halcón", "Arma Letal" o "Los Goonies", entre otras muchas grandes películas.

En "Los fantasmas atacan al jefe" la gran estrella es el mítico actor de los ochenta Bill Murray, ha hecho muchas cosas, pero alcanzó la cumbre de su carrera durante esta década. En esta película Murray metió a tres de sus hermanos.

La música como no podía ser de otra manera es de Danny Elfman.

Lo mejor:  es un clásico, el argumento es intemporal y creo que es una de las películas que toda familia debe ver.

Lo peor: esta película no tiene nada malo.

Creo que aunque las navidades no han acabado, voy a seguir a lo mío, y voy a dejar de ver películas que tengan relación con estas fiestas.

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