Ayer jugué a ser Dios, como suena. Estoy cavando mi propia tumba,
y es que me gustan los juegos arriesgados. Supongo que para ganar uno antes
tiene que perder muchas veces. ¿Cómo me puedo atrever a venir aquí con una gran
película como "Cinema Paradiso", y decir que no me gustó? Los juegos
arriesgados siempre son más divertidos.
Efectivamente ayer me tocó ver
"Cinema Paradiso", gran película que yo no había visto y como he
dicho no me gustó. Con esto quiero aclarar que que a mí no me gustará no
significa que no sea buena, de hecho creo que me esfuerzo por hacer la separación
y aunque algo no me gusté le intento reconocer el mérito. Creo que si tuviera
que decir por qué no me gustó no sabría hacerlo, supongo que la cinta en sí es
demasiado poética.
Siendo la segunda obra de Giuseppe
Tornatore en 1988, le encumbró como cineasta de culto, a pesar de haber seguido
trabajando hasta ahora, su mejor y más reconocido film es el que hoy me ocupa.
"Cinema Paradiso" es una carta
de amor al cine, una declaración de intenciones de un amante del cine que
casualmente es director de cine. Esta obra ha dado lugar a una mitología
extensa, con muchos minutos que no llegaron a la versión internacional, con
referencias al cine de Fellini y con diversas ediciones especiales, y recientes
entrevistas a los protagonistas.
Este drama italiano cuenta la historia de
Salvatore, un joven huérfano de padre que a través del cine, al igual que el
resto de su pueblo, encuentra una vía de escape, y queda prendado de él. Hasta
tal punto llega la obsesión del niño con el cine que termina convirtiéndose en
el aprendiz del único proyeccionista del pueblo, Afredo. Tras un incidente el
cine se quema, y Salvatore salva la vida al proyeccionista el cual se ha
convertido en la figura paterna que el niño echa de menos en su vida. El cine
es reconstruido y el pequeño es contratado como el nuevo proyeccionista del
pueblo. Tras esto pasan unos 10 años, en los que la relación entre ambos se
vuelve cada vez más estrecha, pero el protagonista ya ha crecido y empieza a
fijarse en las chicas. Conoce a Elena, la hija de un banquero del que queda rápidamente
cautivado. Después de una breve relación, Elena y Salvatore tienen que
separarse y este queda desolado. Alfredo invita a Salvatore a que abandone el
pueblo, a que busque un futuro fuera de este. Y todo esto es lo que un ya
maduro Salvatore va recordando tras la llamada de su madre para comunicarle que
su gran amigo Alfredo ha muerto, y decide volver al pueblo que le vio crecer
tras seguir el consejo de su amigo y no haber vuelvo al pueblo en 30 años.
Claro que pasan más cosas en la película,
pero creo que ese tipo de cosas que he decidido no mencionar son lo que la
hacen una gran película y por eso creo que cada uno debería hacerse su propia opinión
al respecto.
Lo mejor: durante toda la película se respira un
gran amor por el cine.
Lo peor: el hecho de sentirme mal porque no me
gustará la película.
Creo que merece la pena decir, que aunque
no siga la temática cinematográfica, "Cinema Paradiso" de alguna
extraña forma me ha recordado el libro "Tokyo Blues", tal vez la
forma de la narración.
Esta es la peli, en la que mas he llorado a moco tendido en el cine y yo no soy de llorar. Es una muy bonita historia con la que nos sentimos identificados los que nos hemos criado viendo cine (el que fuera).
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