Como señal de protesta intrasdescente hoy vengo con una de las grandes películas de temática gay, de hecho, desde mi punto de vista es una de las grandes cintas que los noventa nos brindaron.

Aunque esta fue la opera prima de su director, Stephan Elliott, también fue, por lo menos hasta la fecha, su mayor éxito, aunque tras esta cinta ha trabajado con grandes actores como Ewan McGregor o Colin Firth . Pero creo que tampoco se puede quejar, ya que con su primera película ganó el Oscar a mejor vestuario, además de dos premios BAFTA y uno en Cannes.
Los tres pilares interpretativos de esta película son Terence Stamp, Hugo Weaving y Guy Pearce. Al primero lo hemos visto últimamente en "Prometheus" y "Iron Man 3". El segundo es conocido por haber dado vida al agente Smith en "Matrix" y su papel en toda la saga de "El Señor de los Anillos". Y el tercero aparecerá en la película de la que hablé ayer "Big Eyes", de Tim Burton.
Me apena contar que Tim Curry rechazó uno de los papeles protagonistas, creo que si lo hubiera aceptado esta película hubiera sido totalmente inmejorable.
Este musical debería verlo todo el mundo, tiene una función educativa, sobretodo en lo que a valores se refiere que no hay que perder de vista, y una escena con pelotas de ping pong que me ha marcado de por vida.
Lo mejor: la banda sonora, los actores, y la historia.
Lo peor: que no se hagan más películas como esta, y la temática gay quede reducida a la comedia más absurda, o al drama más desgarrador.
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