Donde dije digo, digo diego. Después de haber dejado por tierra a una
directora, hoy vengo con una intención totalmente contraría. Y es que todo el
mundo tiene derecho a equivocarse, y a tener manchas en su currículum.
Últimamente, sin motivo alguno, me encuentro algo flojo, física y anímicamente.
Todo se me hace cuesta arriba, será que se acerca el verano, o algo. Por suerte
estoy orgulloso de estar consiguiendo una constancia en mis proyectos
totalmente desconocida hasta la fecha. Lo próximo creo que va a ser buscar
mecanismos para no pensar tanto.
Después de una información totalmente innecesaria, me pongo con la cinta con
la que vengo hoy, la cual me ha dado una idea, hacer un mini-ciclo de películas
que dan una visión de Japón desde el punto de vista de extranjeros, cosa que no
se va a poder hacer totalmente por la cinta con la que vendré mañana, la cual
no tiene esa temática, pero es una cinta que tengo que ver.
En "Lost in Translation" vemos cómo dos personas totalmente
diferentes que sólo tienen en común estar perdidos en la vida, y en Tokio,
encontraran el uno en el otro el apoyo que no tienen en sus vidas, y esto les
llevará a plantearse si quieren seguir como hasta ese momento, o abandonarlo
todo y empezar de nuevo. Estas dos personas son Bob Harris, un afamado actor
que está en Japón para promocionar una marca de whisky nipona, y Charlotte, una
joven mujer que ha seguido a su marido hasta Tokyo.
Con esta película Sofia Coppola demostró que era capaz de hacer buen cine,
de hecho creo que es lo mejor que ha hecho hasta ahora. Tras esta hizo
"Maria Antonieta" cinta que tampoco me desagradó especialmente.
Hubiera estado bien que esta fuera la primera película de Scarlett
Johansson, aunque sólo fuera para que yo en tan ilustrísimo blog dijera que
había nacido una estrella, pero nada más lejos de la realidad. Lo que sí que
puedo decir es que esta cinta es la que la transformó, de alguna manera, en lo
que es hoy. Pero ella es sólo la mitad de la interpretación de esta
película, la otra mitad es Bill Murray. Siempre había creído que este último,
desde los noventa no había hecho nada, y que ahora estaba volviendo a actuar, y
resulta que nunca se fue, ha trabajado desde que empezó, con mayor o menor éxito.
Una cosa que me ha llamado muy gratamente la atención ha sido la banda
sonora, donde se incluye un tema de "Peaches", muy recomendable.
El papel que interpreta fue escrito para él en concreto, de hecho Coppola
afirma que si él no hubiera aceptado participar en la cinta, esta nunca se
hubiera realizado.
Lo mejor: lo sencillo que resulta el guión, y a la vez que no necesite nada
más.
Lo peor: la verdad es que la cinta me ha gustado mucho, y no sabría qué
defecto sacarle.
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