Que malos son los fines de semana, y eso que sólo estamos a
viernes, y hoy comento la película de vi anoche. Aunque me gustó, no me
encantó, porque esa es la escala "estar bien, gustar, encantar y
maravillar".
-Te lo acabas de inventar.
-Obviamente, para eso es mi escala.
-Pues es una mierda, igual que la entrada
que hiciste de "Byzantium", con lo buena película que era.
-No creo que fuera tan mala, la entrada,
quiero decir.
-Pues lo fue.
No es oficial, pero la película con la que
vengo hoy es un claro plagio de la serie británica "In the flesh", y
aunque "Retornados" no es mala película, la serie que he mencionado
antes es bastante mejor, tratando ambas la misma temática, y desde el mismo
punto de vista.
Tras varios brotes víricos que convierten
a la gente en zombies, unos científicos encuentran la manera de erradicar el
virus, o por lo menos controlarlo, llegando a salvar a los infectados. La única
manera de que estos retornados no vuelvan a convertirse en zombies es que durante
el resto de su vida se inyecten cada día una solución que mantiene al virus
inactivo. Lo interesante de esta cinta, es la reacción de la sociedad. En
realidad la temática zombie es solo un trasfondo, una manera de tratar la
discriminación.
Sorprendentemente, la cinta es española,
pero no está grabada en España, es un caso parecido al de "Grand
Piano". Dirigida por Manuel Carballo, quien ha trabajado poco en
nuestro país. Y los dos actores principales son Emily Hampshire, y Kris
Holden-Ried, a quien confundí durante toda la película con el cantante de
Coldplay, puede que no se parezcan en nada, pero son cosas que me pasan más a
menudo de lo que debería, aunque no sea cantante, acabo de descubrir que su
debut tuvo lugar en una de las grandes franquicias del cine,
"Demons", saga que recomiendo a todo aquél que quiera echarse unas
risas.
Lo mejor: la temática, aunque repito,
"In the flesh" es más interesante.
Lo peor: que no se vea un brote del virus,
que no haya más zombies.
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