Hoy no me andaré con rodeos.Anoche vi "Nebraska", cinta que ha sido aclamada por la crítica. Cuenta con varias nominaciones a los Oscars, y la verdad es que me gustaría que los ganara, que demostrara que para ganar un Oscar no se necesita un gran despliegue de medios, y es que esta cinta no cuenta con ellos, pero tampoco los necesita.
Dirigida por Alexander Payne, quien prácticamente desde sus orígenes se ha
rodeado de las grandes estrellas de Hollywood, como pueden ser George Clooney o
Jack Nicholson. Pero en esta ocasión ha optado por actores no tan conocidos,
por lo menos en la gran pantalla, y es que estoy hablando de Will Forte, al que
más que ver, hemos oído dándole la voz a varios personajes de animación, y al
cual ha cambiado totalmente de registro, ya que este actor prácticamente todo
lo que ha hecho es comedia, y "Nebraska" aún con algún toque humorístico,
no es una comedia. También han contado con Bruce Dern, que en mi opinión es uno
de esos eternos secundarios a los que en algún momento les llega su papel
protagonista y lo bordan, pues bien, ese momento ha llegado.Este drama nos cuenta la historia de cómo Woody Grant, un "ex-alcohólico" con principios de demencia, recibe por correo una carta en la que se le comunica que ha ganado un millón de dólares. Ni su mujer ni sus hijos creen en la carta, ya que se trata de una estafa, pero con tal de pasar más tiempo con su padre David accederá finalmente a llevar a su padre a Nebraska, que es donde tiene que recoger el premio.
La verdad es que el director ha sabido plasmar perfectamente lo que cambia la gente cuando hay dinero de por medio, los problemas que este puede traer, pero sobretodo ha sabido transmitir el amor incondicional de un hijo hacia su padre.
Lo mejor: las interpretaciones de los dos actores principales.
Lo peor: no he terminado de entender el porqué de que la película sea en blanco y negro, no creo que le aporte nada.
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