Después de un fin de semana en el que ha habido de todo, desde trenes que
llegan antes de hora y me hacen estar dando vueltas por la ciudad, hasta trenes
que llegan con más de una hora de retraso y por tanto espero que me devuelvan
el dinero, pasando por lluvias y heladas, aquí estoy, en mi casa. Aunque hace
mucho frío y me duele la cabeza, no puedo eludir mi cita diaria. Y es que con
el retraso del tren me ha dado tiempo a ver varias películas.
Y sí, he cogido tantos trenes porque vengo de la entrega de los Goya,
¿o vengo de declarar en Palma de Mallorca? Bueno, da lo mismo.
En "Dark Touch" nos introducimos en la turbulenta vida de una niña
de 11 años llamada Niamh. Siendo la única superviviente de un extraño acontecimiento
donde su familia al completo es asesinada, la niña es adoptada por unos vecinos
amigos de sus padres. Pero todo empieza a torcerse cuando los sucesos empiezan
a repetirse y los objetos de la casa comienzan a moverse sin explicación.
Me ha sorprendido que al consultar Filmaffinity le hubieran dado una nota
tan baja, solo un 4,5, y me ha sorprendido porque a mi sí que me ha gustado,
aunque la temática está un poco gastada, me parece que le han dado un enfoque
bastante original, y las actuaciones también han sido bastante aceptables.
Cosas con mejores notas me han dado ganas de arrancarme los ojos.
Un dato que me ha llamado especialmente la atención es que la actriz
protagonista, Missy Keating es una completa novata en esto de la actuación y lo
ha hecho francamente bien, mi más sincera enhorabuena.
Esta cinta francesa ha sido dirigida por Marina de Van, y es su cuarta
película. Y en su país debe de ser ya conocida porque ha trabajado con Monica
Bellucci, y sus cintas siempre bailan entre el drama y el terror. Una dirección
más que correcta.
Lo mejor: la actuación de la actriz principal, y una historia bastante
interesante.
Lo peor: tal vez falte un poco de desarrollo.
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