Es normal que en todos los campos haya gente que se vaya fuera de este país, lo único que buscan es un mínimo reconocimiento y poder vivir de lo que les gusta. En el cine pasa exactamente eso, actores y directores llevan unos años yéndose al extranjero a trabajar, y sí, puede que dejen el pabellón muy alto, pero estoy seguro de que en un pequeño rincón de sus corazones sienten rencor por haber tenido que irse, yo lo siento y no me he ido.

La película está totalmente rodada en el extranjero, con actores extranjeros, y no creo que sea porque necesitara a un equipo especial, la cinta en cuestión creo que se podría hacer exactamente igual en España, aunque sí que es cierto que el público cuando ve que algo es de fuera lo consume con mayor agrado.
-Oh, que palabras tan elegantes estas usando últimamente, ¿te estas leyendo el diccionario?
-Sabes que sí.
-Bueno, aunque me parezca algo extraño, he de reconocer que estoy orgulloso de ti.
La historia se centra en un pianista retirado que ha decidido dar un último concierto, apoyado por su mujer, una exitosa actriz. Durante el concierto, alguien se pone en contacto con él, y le dice que si falla una sola nota, como le pasó la última vez, lo matará. Con una presión añadida el pianista tendrá que resolver el concierto, y averiguar quien es la persona que trata de matarlo.
Desde mi humilde opinión creo que a la trama le ha faltado o bien se un poco más complicada, o en vez de hacer un largometraje, llevar a cabo un corto. En algunos momentos la película resulta aburrida porque tampoco hay tanto que contar.
Aún así no me ha desagradado la película. Y claro, luego esta el tema de los actores, no sé si me gusta o lo odio, pero creo que Elijah Wood es uno de los grandes incomprendidos del cine actual.
Lo mejor: obviamente en un film de estas características lo mejor ha sido la banda sonora, aunque esto solo será para las personas a las que les guste este tipo de música.
Lo peor: la lentitud y simplicidad de la cinta.
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