Muñeco diabólico (1988)

Si ayer vine con una de las películas de mi adolescencia, hoy vengo con una de las de mi niñez, y es que he de reconocer que fui un niño un tanto precoz en lo que al cine se refiere.

Echo mucho de menos esas películas que lejos de tener un gran presupuesto, cuentan con una idea más o menos interesante. Echo de menos esos efectos especiales que a pesar de ser muy rudimentarios dotaban a las películas de un encanto con el que no cuentan las realistas cintas de hoy en día. Puede, y sólo puede, que realmente lo que eche de menos es una época de inocencia, donde todo eran descubrimientos, y el hastío de lo de siempre quedaba aún lejos.

"Muñeco diabólico" es la historia de un asesino en serie llamado Charles Lee Ray, quien una noche tras un encuentro con la policía muere, pero no lo hace para siempre, ya que su alma es trasladada a un muñeco. Sin saberlo Andy, un niño recibe el muñeco que tiene el alma del asesino, y sólo se dará cuenta cuando ya sea demasiado tarde, porque Charles se encargará de realizar una matanza que el niño nunca olvidará.

El director de esta película, Tom Holland, desde luego no pasará a la historia por haber realizado grandes obras, por lo menos hasta la fecha, pero cuenta en su filmografía con otra película que también me llamó mucho la atención hace años. "Langoliers" tiene una escena en concreto que me marcó.

Pero por raro que parezca el director de "Muñeco diabólico" no es el máximo representante de la cinta, sino que lo es Don Mancini, el encargado del guión, quien ha consagrado toda su carrera a la saga. Personalmente yo me quedo con la primera entrega, y como mucho llego a aceptar la segunda.

La película está protagonizada por Alex Vincent, quien sin haber hecho demasiados papeles como protagonista ha participado en cintas como "Un amor entre dos mundos" y "In Time". Además la película cuenta con la presencia de Chris Sarandon y Catherine Hicks.

Como curiosidad decir que el nombre del asesino Charles Lee Ray, está creado a partir del de Charles Manson, Lee Harvey Oswald y James Earl Ray, famosos asesinos en serie.

Personalmente creo que esta cinta es uno de los iconos del terror de los ochenta, y debería ser una referencia para los amantes de dicho género.

Lo mejor: me encanta el diseño del muñeco original, y la historia aún siendo un tanto extravagante por las referencias baratas al vudú.

Lo peor: lo decadente que han sido las secuelas, sobretodo las últimas.