Ya se nota que el verano está a la vuelta de la esquina, lo noto
principalmente en que ya no apetece pasarse la tarde tirado en casa viendo
películas, aunque por otro lado el aire acondicionado siempre es un gran
compañero. Pasarse las mañanas en la piscina tomando el sol también ayuda.
Hoy vengo con una película de que había oído bastantes buenas críticas, de
hecho en el último festival de Sitges ganó los premios a Mejor director, y
mejor Banda sonora. El primero, por lo menos, lo secundo.
"Big Bad Wolves" es un raro thriller que narra cómo un agente de policía
corrupto, el padre de una niña asesinada, y el sospechoso del crimen de esta
convergen en un mismo lugar. El primero persigue el prestigio, el segundo la
justicia, y el tercero se conforma con jurar su inocencia.
Esta cinta realmente es tan explicita y desagradable como interesante, a mi
por lo menos me ha resultado especialmente incomoda de ver en múltiples
escenas, por lo tanto no invito a los que no son amantes de las emociones fuertes
a verla.
Esta película israelí está dirigida por Navot Papushado y Aharon Keshales,
quienes por lo visto acostumbran a dirigir juntos. Para ellos este proyecto ha
sido su segunda película, y personalmente espero que limando algunos detalles,
no sea la última.
Obviamente con dos películas a sus espaldas, no se puede hablar de actor
fetiche, pero desde luego si tuvieran que elegir uno, estoy seguro de que sería
Lior Ashkenazi, quien ya trabajo con estos directores en la que fue su ópera
prima. En la cinta también participan Tzachi Gard y Rotem Keinan.
Aunque el argumento es un poco predecible, creo que es bastante interesante.
Lo mejor: seguramente el hecho de que la cinta en sí sea tan desconcertante
a cada paso que da, hace que sea muy llevadera.
Lo peor: creía que iba a ser una película de hombres-lobo, por todo eso del
título, y la "sinopsis" que había leído, y nada más lejos de la
realidad.
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