Hoy vengo con una película de que había oído bastantes buenas críticas, de hecho en el último festival de Sitges ganó los premios a Mejor director, y mejor Banda sonora. El primero, por lo menos, lo secundo.

Esta cinta realmente es tan explicita y desagradable como interesante, a mi por lo menos me ha resultado especialmente incomoda de ver en múltiples escenas, por lo tanto no invito a los que no son amantes de las emociones fuertes a verla.
Esta película israelí está dirigida por Navot Papushado y Aharon Keshales, quienes por lo visto acostumbran a dirigir juntos. Para ellos este proyecto ha sido su segunda película, y personalmente espero que limando algunos detalles, no sea la última.
Obviamente con dos películas a sus espaldas, no se puede hablar de actor fetiche, pero desde luego si tuvieran que elegir uno, estoy seguro de que sería Lior Ashkenazi, quien ya trabajo con estos directores en la que fue su ópera prima. En la cinta también participan Tzachi Gard y Rotem Keinan.
Aunque el argumento es un poco predecible, creo que es bastante interesante.
Lo mejor: seguramente el hecho de que la cinta en sí sea tan desconcertante a cada paso que da, hace que sea muy llevadera.
Lo peor: creía que iba a ser una película de hombres-lobo, por todo eso del título, y la "sinopsis" que había leído, y nada más lejos de la realidad.
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