martes, 20 de mayo de 2014

El quimérico inquilino (1976)

No sé cómo me las arreglo para no hacer nada en todo el día, e ir siempre con el tiempo justo a los sitios. Hoy sin ir más lejos no he hecho demasiado, y sin embargo aquí estoy, corriendo porque me ha pillado el toro, he quedado dentro de 20 minutos para ir al cine, después de haberme pasado la tarde pudiendo haber actualizado el blog, y sin embargo he estado mirando las musarañas.

Vengo con una de las películas más raras de cuantas han pasado por aquí. En diferentes sitios la califican como terror, thriller o drama, y la verdad yo tampoco sabría cómo clasificarla, y es que Roman Polanski es así.

"El quimérico inquilino" cuenta la extraña historia de paranoia de un hombre que se muda a un edificio de apartamentos, donde cada uno de los inquilinos es más extraño que el anterior. De hecho los inquilinos sembraran el desconcierto en el personaje, pero no solo ellos, ya que al parecer el barrio entero lo manipulará de una manera u otra. Además, partimos de la base de que la anterior inquilina del apartamento que él ocupa se suicidó tirándose por la ventana.

En esta película el señor Roman Polanski ocupa los roles de director, guionista, y protagonista, y no sé si esto se debe al amor que siente por sigo mismo, o a que quería hacer algo experimental.

Ciertamente la cinta es tan extraña que cuando se estrenó, el director fue prácticamente abucheado, y sin embargo hoy en día se considera una película de culto. Yo el culto no lo he visto por ninguna parte, no me ha desagradado, pero me ha parecido especialmente densa y lenta.

Por lo visto, y documentándome, esta película, junto con "Repulsión" y "La semilla del diablo", forman parte de una trioligía de terror y casas de Polanski. Si él lo dice, me parece bien.

Lo mejor: la tensión que consigue el director haciendo que la cinta sea tan lenta.

Lo peor: lo extraño que resulta el conjunto.

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