
"El quimérico inquilino" cuenta la extraña historia de paranoia de un hombre que se muda a un edificio de apartamentos, donde cada uno de los inquilinos es más extraño que el anterior. De hecho los inquilinos sembraran el desconcierto en el personaje, pero no solo ellos, ya que al parecer el barrio entero lo manipulará de una manera u otra. Además, partimos de la base de que la anterior inquilina del apartamento que él ocupa se suicidó tirándose por la ventana.
En esta película el señor Roman Polanski ocupa los roles de director, guionista, y protagonista, y no sé si esto se debe al amor que siente por sigo mismo, o a que quería hacer algo experimental.
Ciertamente la cinta es tan extraña que cuando se estrenó, el director fue prácticamente abucheado, y sin embargo hoy en día se considera una película de culto. Yo el culto no lo he visto por ninguna parte, no me ha desagradado, pero me ha parecido especialmente densa y lenta.
Por lo visto, y documentándome, esta película, junto con "Repulsión" y "La semilla del diablo", forman parte de una trioligía de terror y casas de Polanski. Si él lo dice, me parece bien.
Lo mejor: la tensión que consigue el director haciendo que la cinta sea tan lenta.
Lo peor: lo extraño que resulta el conjunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario