jueves, 29 de mayo de 2014

El intercambio (2008

¿Quien no se ha preguntado alguna vez de donde venia y por que se parecía tan poco a su familia? Yo me he hecho esas mismas preguntas en múltiples ocasiones, por suerte sé a ciencia cierta que mis padres son mis padres y creo que nos parecemos tan poco, porque si fueran mínimamente parecidos a mi la realidad se plegaria sobre sí misma. Así que supongo que todo está como debe estarlo.

El "El intercambio" cuenta la historia de una mujer soltera a la cual le desaparece su hijo, tras interponer la denuncia correspondiente y la búsqueda, la policía le comunica que han encontrado al pequeño. Christine Collins, lo recoge y lo lleva a casa, pero algo no encaja, y cree que ese no es su verdadero hijo. La policía pone en tela de juicio la estabilidad mental de la mujer, y es que hay que tener en cuenta que en la América de la década de los veinte, una mujer soltera con un hijo, era prácticamente una paria. En su búsqueda encuentra un gran apoyo en un reverendo, quien la ayudara a desentrañar lo que realmente está pasando.

Desde mi punto de vista está ha sido una de las mejores interpretaciones que nos ha brindado la actriz protagonista, Angelina Jolie, a quien en breve veremos dando vida a "Malefica". El otro gran protagonista de la cinta es John Malkovich.

Nunca he sido un gran seguidor de Clint Eastwood, pero hay que reconocerle que como director supuso una gran sorpresa, cambió totalmente el registro y no hizo el tipo de películas al que nos tenía acostumbrados como actor, y es de agradecer, por lo menos por mi parte.

La película está basada en hechos reales, y ha sido muy edulcorada. Invito a quien la vea a que se documente un poco al respecto.

A pesar de durar casi dos horas y media, el primer montaje contaba con cincuenta minutos más, que creo que por suerte no se incluyeron en el montaje final, y es que ese creo que es el fallo de la película, es muy larga.

Lo mejor: Jolie, Malkovich y Eastwood juntos han demostrado que un cambio de registro puede ser bueno, y sorprendente.

Lo peor: la duración.

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