miércoles, 1 de octubre de 2014

El congreso (2013)

Hoy no tengo demasiadas anécdotas que contar, no me ha pasando nada relevante en mi apasionante vida, por lo menos nada que tenga por qué importaros lo más mínimo.

"El congreso" es la extraña historia de Robin Wright, a medio camino entre su vida real, y la ficción, a medio camino entre la imagen real, y la animación. Plagada de referencias a la vida real de la actriz, y de otras personas del mundillo, la trama de la cinta se centra en un futuro no muy lejano en el cual los estudios, cansados de los actores, deciden sustituirlos por replicas de ellos mismos, escaneándolos a cambio de grandes sumas de dinero. Muchos actores, hastiados por las exigencias de sus carreras ven una vía de escape en este nuevo método, y pronto todos los actores pasan por este proceso. Pero Robin no lo tiene claro, y ve numerosos conflictos. Pero el dinero es el dinero. Veinte años después, la autentica Robin acude a un congreso en un estado de Estados Unidos donde todo es animación, incluso ella, y allí se dará cuenta del gran error que cometió.

Esta película israelí ha sido dirigida por Ari Folman. De lo que no cabe ninguna duda es de que le gusta bailar entre los diferentes estilos hasta crear el suyo propio. Se involucra tanto en proyectos de animación, como en los que cuentan con actores reales, incluso los mezcla, y clara prueba de ello es la película con la que he venido hoy. Además ha dirigido "Vals con Bashir", y ahora está trabajando en una película de animación titulada "Ana Frank".

La cinta está protagonizada, obviamente, por la verdadera Robin Wright, y me gustaría mucho saber hasta qué punto está basada en ella. A lo largo de la película se le recrimina en múltiples ocasiones la serie de malas decisiones que ha ido tomando a lo largo de su carrera cinematográfica, y es cierto que, salvo algunas excepciones, sus películas nunca terminan de maravillar. Pero no lo necesita, es la princesa prometida. El que sí que sabe hacer buenas elecciones es Paul Giamatti.

Reconozco que la película no es perfecta, de hecho el comienzo es bastante lento, pero aún así es muy recomendable. Ahora yo me pregunto cómo una película que ha recibido premios en el Festival de cine Europeo, y en el de Sitges, además de nominaciones en el Festival de Cannes y en el Gijón, puede haber pasado tan desapercibida por los cines.

Lo mejor: la elegante y desquiciada mezcla que ha logrado el director.

Lo peor: el principio de la película es muy lento, tanto que dan ganas de levantarse e irse.

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